sábado, 29 de agosto de 2015

"Pájaros en Libertad" Fuente: La Voz del Interior


Con los pies aferrados al piso, todo lo que pasa en el aire parece ajeno.
La ciudad es un enorme tapiz de asfalto y cemento, pero la naturaleza resiste de todos modos, se eleva a través de los árboles y, cuando llega a lo alto, encuentra el espacio de los pájaros. Sí, ellos están en el aire y el aire está en la ciudad. 
Es un enigma su suspensión, el vuelo, y verlos avanzar con sus alas es siempre un asombro.
Al fin, también comparten el lugar. Pero poco sabemos de ellos, y conocerlos es una manera más intensa de disfrutar del esplendor natural.
Sólo se trata de mirar. Abrir bien los ojos, apuntarlos hacia un manojo de plumas y detenerse allí hasta reconocerlos. Curiosidad y paciencia son las condiciones que se necesitan para avistar pájaros.
Para empezar, tal vez basta con levantar la vista. En la plaza Colón se puede tropezar con halcones peregrinos; en el zoológico hay una especie de martín pescador chico que no se encuentra en otro lado; en el centro se pueden ver jotes cabeza negra.Y en la costa del Suquía.
Pero esto es Córdoba, y ya en las orillas de la ciudad la naturaleza se expresa con soltura. Y cada vez que las sombras se dispersan con la luz del amanecer y vuelven a reagruparse al caer la tarde, estallan miles y miles de trinos. En algunos lugares de la provincia, donde los pájaros son casi los amos del paisaje (como en la laguna Mar Chiquita), el canto se hace sentir en la respiración y se vuelve estandarte de la plenitud.
Mirar a los pájaros anidar es descubrir la esencia del cobijo. En silencio y con constancia, asistir día a día a la construcción del nido, luego cuando llegan los huevos y finalmente cuando nacen los pichones es toda una experiencia conmovedora.
Mirar a los pájaros vivir es reafirmar la diversidad. Sus colores, sus maneras de volar y de moverse, sus costumbres al momento de anidar o de comer, sus tamaños muestran todo un universo de formas y modos.
Mirar a los pájaros volar es celebrar la libertad. Acaso no hay metáfora más profunda, intensa y certera que esa que los pájaros trazan con su vuelo. Y está dedicada a los hombres, para que nunca olviden el sueño de ser libres.
Hornero (Furnarius rufus). Lo encontramos en toda la provincia, a excepción de la zona alta de las Sierras Grandes. Habita en bosques, praderas y ciudades. Mide unos 18 centímetros de largo. Tiene la espalda parda, el vientre grisáceo y la garganta blanca. En 1927, fue declarado pájaro nacional y en el acervo popular está íntimamente ligado a la laboriosidad y el esfuerzo.
Carpintero Campestre (Colaptes campestris). Se lo encuentra en toda la provincia, incluso en zonas urbanas. Mide unos 28 centímetros de largo y se lo reconoce por su cara y pecho de color amarillo. Utiliza los postes de luz para excavar sus nidos, extendiendo de esta manera su hábitat a lugares sin árboles. Esta escena es típica de la primavera, porque se trata de un cortejo entre macho y hembra.
Chingolo (Zonotrichia capensis). Se lo encuentra en toda la provincia, incluyendo las Altas Cumbres. Habita todos los ambientes de la Argentina, desde selvas y bosques, hielos australes y salinas, hasta áreas urbanas. Es uno de los pájaros más conocidos del país.
Pirincho, comúnmente conocida como Urraca (Guira guira). Excepto en las grandes alturas de las sierras, es posible observarlo en toda la provincia. Habita en bosques, arboledas cultivadas y áreas urbanas. Tiene unos 36 cm de largo, espalda estriada de negro con pintas blancas, cola larga y copete despeinado.
Chimango (Milvago chimango). Habita en bosques, pastizales, ambientes acuáticos y áreas urbanas de toda la provincia. Mide unos 37 cm de largo, es pardo, más claro en el abdomen y tiene manchas blancas en las alas. Es muy común verlo a la vera de las rutas, porque allí se alimenta de los animales atropellados.
Curucucha (Troglodytes aedon). Se la encuentra en todos los terrenos, incluyendo las altas cumbres. Habita en selvas, bosques, pastizales y áreas urbanas. Tiene unos 10 cm. de largo y es de color pardo acanelado, más oscuro en la espalda. Es muy conocida por su presencia en patios y jardines buscando arañas e insectos para alimentarse. Nidifica en cualquier sitio, incluso en espacios provistos por el hombre, como en este caso.