SINOPSIS
La película es una historia de amor por el cine.
Narra la historia de un
director de cine, Salvatore, que vuelve a su pueblo natal siciliano para
acudir al funeral de su viejo amigo Alfredo, el antiguo proyeccionista del
cine “Nuevo Cinema Paradiso” y también artífice de su pasión por el cine
en su infancia y juventud. La película constituye un retrato sentimental de la
Italia de la posguerra y una declaración de amor al cine.
La historia se desarrolla en un pueblo de Sicilia, Giancaldo, en 1954. El
único pasatiempo de la gente del pueblo era disfrutar de las películas del
Cinema Paradiso. Encantado por esas imágenes, Salvatore deseaba con
todas sus fuerzas que el cine fuese en realidad magia. Un día, Alfredo, el
operador de cine, accede a enseñarle los misterios que se ocultan en una
película. Llega a mostrarle incluso el misterio de la censura parroquial. En
un momento determinado se incendia el Cinema Paradiso donde Totó salva
la vida de Alfredo pero éste, se queda ciego y no puede seguir como
operador. Le releva Salvatore. Llega el momento en el que Salvatore deja
el pueblo y empieza a cumplir sus sueños en la vida real y se convierte en
realizador de cine y televisión. Treinta años más tarde, un mensaje urgente
le hace regresar al pueblo: Alfredo ha muerto y van a demoler el Cinema Paradiso
Cinema Paradiso es mucho más que una película. Es una historia llena de nostalgia,
de melancolía, de humor. Es asombrosa la capacidad de Tornatore para captar lo cotidiano. El eje central de la película es el “Cinema Paradiso”, único vínculo sólido
de todos los habitantes del pequeño pueblo. El propio cine cobra una vida inusual
acogiendo a sus butacas a mujeres que dan el pecho, a hombres que roncan, a
chicos que se masturban sin reparos durante la primera época del destape, a
Charlot, a parejas que van a meterse mano, al cura que censura todos los besos
ante el abucheo general, a amores que se encuentran, e incluso a un fascista de
los de platea que se permitía el lujo de escupir a la plebe cuando se le antojaba. Y
todos estos personajes y situaciones forman parte de la vida de Totó y de Alfredo,
quienes desde su cabina observan a la muchedumbre, cambian el rollo, ríen,
discuten. Y todo con un lirismo, una calma, unos planos, un ambiente de sosegada melancolía que tanto trabajan los italianos.
Cinema Paradiso cuenta además entre sus mejores logros con uno de los finales
más enternecedores de la historia del cine.
“Cada uno de nosotros tiene una estrella que ha de seguir. ¡Márchate! Esta tierra
está maldita… la vida no es como la has visto en el cine, la vida es más difícil.
¡Márchate! Eres joven, el mundo es tuyo, yo ya soy viejo… ¡Vete!, vete y no
vuelvas nunca. Y si algún día te gana la nostalgia y regresas… No me busques. No
toques a mi puerta porque no te abriré. Busca algo que te guste y hazlo, ámalo
como amabas de niño la cabina del Cinema Paradiso. Desde hoy, ya no quiero oírte hablar; ahora, quiero oír hablar de ti…”
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