miércoles, 30 de septiembre de 2015

EL SOL Y LA LUNA... (Leyenda)





Cuando el Sol y la Luna se encontraron por primera vez, se apasionaron perdidamente y a partir de ahí comenzaron a vivir un gran amor.
Sucede que el mundo aun no existía y el día  que Dios decidió crearlo, les dio entonces un toque  final... ¡El brillo!

Quedó decidido también que el Sol iluminaría el día y que la Luna iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados.

Les invadió una gran tristeza  y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían, LA Luna  fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios,  fue tornándose Solitaria.

EL Sol a su vez, había ganado un título de nobleza "Astro Rey", pero eso tampoco le hizo feliz.

Dios, viendo esto, les llamó y les explicó: - No debéis  estar tristes, ambos ahora  poseéis un brillo propio. Tú, Luna, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías. En cuanto a ti, Sol, sustentarás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminarás la tierra durante el día, proporcionaras calor al ser humano y tu simple presencia hará a las personas más felices.

La Luna se entristeció mucho más con su terrible destino y lloró amargamente... y el Sol, al verla sufrir tanto, decidió que no podría dejar abatirse más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había decidido.

Aún así, su preocupación era tan grande que resolvió hacer un pedido especial a Él: - Señor, ayuda a la Luna por favor,  es más frágil que yo, no soportará la soledad...

Y Dios...en su inmensa bondad... creo entonces las estrellas para hacer compañía a la Luna.

La Luna siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.

Hoy, ambos viven así... separados, el Sol finge que es feliz, y la Luna no consigue disimular su tristeza.

El Sol arde de pasión por la Luna y ella vive en las tinieblas de su añoranza. Dicen que la orden de Dios era que la Luna debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo consiguió.... porque es mujer, y una mujer tiene fases.

Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es menguante y cuando es menguante ni siquiera es posible apreciar su brillo.

Luna y Sol siguen su destino. El, solitario pero fuerte; ella, acompañada de estrellas, pero débil.

Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás consiguió traerla hasta la tierra, nadie, realmente, consiguió conquistarla, por más que lo intentaron.
Sucede que Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la Luna y el del  Sol... Fue entonces que Él creó el eclipse.

Hoy Sol y Luna viven esperando ese instante,  esos raros momentos que les fueron concedidos y que tanto cuesta, sucedan.

Cuando mires al cielo, a partir de ahora, y veas que el Sol cubre la Luna, es porque se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio el nombre de eclipse.

Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, tus ojos pueden cegarse al ver tanto amor.

Tu ya sabías que en la tierra existían Sol y Luna... y también que existe el eclipse.... pero esta es la parte de la historia que tu no conocías.



lunes, 28 de septiembre de 2015

"Sigo en Pié" de Jorge Luis Borges


Me siento, a estas alturas de la vida, casi igual que cuando era joven. Mis propósitos, afanes, preocupaciones, planes, ilusiones, temores, limitaciones, aspiraciones y aficiones tienen, en lo general, las mismas características que en aquellos tiempos.

Estoy muy lejos de plantear mi felicidad en base a los bienes materiales y sigo siendo capaz de disfrutar lo que tengo sin caer en la desesperanza por obtener aquello de lo que carezco.


Tengo la fortuna de apreciar y dimensionar lo que me rodea y vivo en armonía con lo que soy capaz de generar por medio de mi trabajo diario.


Sigo esforzándome diariamente por ganarme el cariño y respeto de mi familia, amigos y compañeros de trabajo, pues siempre he sabido que los amores se mantienen y crecen a la luz de la devoción y cariño con el que se cuidan y bastante bien les hace regarlos frecuentemente con agua del corazón.


Mantengo vivos mis amores, los pasados y los presentes, porque ellos me dan la energía para seguir caminando.


Conservo los afectos de mis amigos en el reducto interno que para cada uno he ido formando a través de los años y lo cuido como un espacio que a perpetuidad y por derecho a cada uno corresponde.


Guardo un especial agradecimiento a todos aquellos que han aportado con generosidad un pedacito de su alma y su corazón contribuyendo a hacer de mi lo que soy ahora y lo que seré mañana.


Uso como energía pura la confianza que tuvieron y tienen en mi quienes me han ayudado a formarme durante todos estos años. Esas personas que estuvieron conmigo durante mis años niños, mis años jóvenes y mis años adultos, y que, en conjunto me han preparado, espero, para vivir bien mis años viejos que pronto habrán de venir.


Tengo presente a mis antepasados quienes me ofrecieron sus hombros para que mis pies comenzaron su trayecto y ahora cuido que mi par de piernas sean fuertes para que se apoyen en ellas los pasos de quienes de mi nacieron. Procuro que mis pies se conserven firmes y en contacto con el piso, aunque es frecuente que mi imaginación se de el lujo de volar y de soñar con un armonioso hoy y un mejor mañana.


Cuando en mi existe frío, producto de las lejanías, desavenencias y desencuentros con mis semejantes, llamo a la hoguera de mi corazón para que me fortalezca, y le pido que me de el calor que me permita asumir mis culpas para saber pedir perdón.


Y cuando recibo por cualquier motivo la disculpa ajena, trato de ser de fácil perdón y olvido. Bastante penitencia paga quien asume su culpa como para se cometa el exceso de hacerle el momento más difícil.


Procuro vivir en paz conmigo mismo, pues se bien que no se puede ofrecer tranquilidad cuando uno mismo no la tiene para si.



Se que para volar solamente se requiere dar fuerza a las alas de nuestra imaginación y tomar rumbo hasta donde la nada existe.
Sueño con una vejez acompañada en donde la acompañada, mano de ella sea mi guía y donde la mía sea su sostén.
Quiero repetirme en cada acto de quienes buscan una forma digna de vivir y que sus afanes impregnen mi alma para seguir adelante y vivir cada día como manda Dios.
Quiero tener algún día el privilegio de llegar hasta lo más alto donde el espíritu alto, tiene su fortaleza y nuestra fe su razón de ser...
                                                                      Jorge Luis Borges



viernes, 18 de septiembre de 2015

"El Mar Triste" (Antonio Machado)




El mar triste

Palpita un mar de acero de olas grises
dentro los toscos murallones roídos
del puerto viejo. Sopla el viento norte
y riza el mar. El triste mar arrulla
una ilusión amarga con sus olas grises.
El viento norte riza el mar, y el mar azota
el murallón del puerto.
Cierra la tarde el horizonte
anubarrado. Sobre el mar de acero
hay un cielo de plomo.
El rojo bergantín es un fantasma
sangriento, sobre el mar, que el mar sacude...
Lúgubre zumba el viento norte y silba triste
en la agria lira de las jarcias recias.
El rojo bergantín es un fantasma
que el viento agita y mece el mar rizado,
el tosco mar rizado de olas grises

                                                                       Antonio Machado


"LLUVIA" de Federico García Lorca




La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje! 
                                    Federico García Lorca


miércoles, 16 de septiembre de 2015

A SOLAS, CON MI SOLEDAD

A Solas con mi soledad

A solas sin  que nada me inquiete, sin que nada me duela ni sobresalte,  disfruto de estos momentos al final del día, de todos mis días...
No me preocupa la hora, tampoco el cansancio porque es el tiempo que me dedico.
Mis pensamientos comienzan a transitar a grandes rasgos lo vivido en ese día y comienzan a entrelazarse los recuerdos que si bien no pesan, la nostalgia llega irremediablemente...
Ahora que el silencio es mi compañero, puedo escuchar las viejas melodías que tanto me gustan sin ser interrumpida por el timbre de calle o del teléfono . Cinema Paradise suena en este instante y dejo escribir por un rato...
A solas con mi soledad y la música  como única compañera y hoy me trae esta frase de una vieja película y dice:

"Cualquiera puede utilizar palabras y eso se llama hablar. pero los escritores la disponen de un modo por el que asumen belleza y forma, piensa que las palabras son colores y el papel un lienzo"...

Un pintor que nunca va a exponer sus obras porque solo a Él le pertenecen... 













Cuentos y Relatos.(Para refrexionar)







El Árbol que no sabía quien era



Erase una vez, hace mucho, mucho tiempo, un hermoso huerto con cientos de árboles y arbustos frutales. Manzanos, perales, naranjos y limoneros convivían felices con chumberas y otros arbustos llenos de moras y frambuesas.

Todo era alegría y satisfacción en el huerto excepto por un árbol que siempre estaba profundamente triste.
Un lozano y esbelto manzano le preguntó: 
- ¡Oye! ¿Por qué estás tan triste?
- Pues porque no se quién soy - contestó el pobre y desconsolado árbol.
- Tal vez necesites esforzarte un poco más y concentrarte plenamente en tener manzanas. Si lo intentas con tesón, ya verás como darás dulces manzanas - le contestó el lozano manzano.
- ¡Pero qué dices! - exclamó el limonero. Es mucho más fácil dar limones a montones.
- ¡No, no! - dijeron los arbustos de frambuesa. Es mejor dar sabrosas y rojas frambuesas.
El árbol ya no sabía qué hacer. Intentó dar manzanas, luego limones y por último frambuesas. Y por más que lo intentó, no lograba dar sus frutos. Cada vez se sentía peor. Más triste y más frustrado.


Un día llegó al huerto, Arcano, el búho. Arcano era la más sabia de las aves y al observar el pésimo estado de ánimo de aquel árbol le dijo:


- Querido árbol, no te preocupes. Tu problema tiene solución. Es el de muchísimos seres sobre la faz de la Tierra. Escucha con atención: no dediques tu vida a ser lo que los demás quieren que seas. Conócete. Conócete en profundidad. Escucha tu voz interior, confía y sé tú mismo.
Y dicho esto, el búho abrió sus alas, voló y desapareció en el horizonte.
El árbol se preguntó a sí mismo:

- ¿Conocerme? ¿Mi voz interior? ¿Ser yo mismo?
De pronto, el árbol cerró los ojos y se concentró. Los sonidos del huerto se aislaron por un momento. Sintió cada vez más como la sabia circulaba por su tronco, por sus ramas y llegaba a sus hojas. Finalmente, escuchó su voz interior que le decía:
-Tú nunca darás manzanas porque no eres un manzano, ni crecerán en ti flores de azahar porque no eres un naranjo. Tú eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso para dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros y hacer del paisaje un lugar más bello. Tú tienes una misión en esta vida. ¡Cúmplela! 
Y entonces fue cuando el roble se sintió fuerte y seguro de sí mismo. Entonces fue cuando, con determinación, se dispuso a ser aquello para lo cual estaba destinado desde un inicio.

Sólo entonces llenó el espacio que debía llenar. Sólo entonces fue respetado y admirado por todos los árboles y arbustos del huerto.

Y así fue como sabiendo el roble quién era, el huerto fue feliz por completo. 









En nuestra vida existen muchos momentos que estamos perdidos, unos nos dicen una cosa otros otra y nosotros no sabemos porque camino seguir.Confía en tu interior.
No elijas los caminos que te impongan sin preguntarte primero si es eso lo que realmente anhelas.












 Cuento para Reflexionar

Dijo. un hombre a otro:
-Con la marea alta, hace mucho tiempo, escribí con mi cayado, unas líneas en la arena. Y la gente aún se detiene para leerlas y cuida mucho de que no se borren. 

Y el otro hombre dijo:
-Yo también escribí unas líneas en la arena, pero lo hice durante la marea baja. Y las olas del inmenso mar las borraron y breve fue su vida. Pero dime; ¿qué fue lo que tú escribiste?

 Y el primer hombre respondió:
-Escribí Soy lo que soy. ¿Y tú, qué escribiste?
Y el otro hombre dijo:
-Escribí esto: 
                    "Soy sólo una gota de este mar inmenso"... 
                                                                               K. Gibran 



  




"La gente que me gusta" 


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.
Me gusta la gente que con su energía, contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades.
Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.
                                                                                                          M. Benedetti




martes, 15 de septiembre de 2015

'CUESTIÓN DE FE' Tony Vega








Ya no se puede hacer nada les dijo el galeno 
La enfermedad de su hijo no tiene remedio 
Solamente un milagro le puede salvar 
La medicina de hoy día no puede hacer mas 
No se preocupe doctor conocemos a alguien 
Que derramo en una cruz por nosotros su sangre 
Parece un buen amigo no tiene existe imposible 
El que le pide con fe de seguro recibe 

Es una cuestión de fe 
Todo una cuestión de fe 
Es tener confianza en lo que no se ve 
Es una cuestión de fe 
Toda una cuestión de fe 
Es poner la carga en las manos de el hombre de nazarét 

En una cuna blanca de aquel sanatorio 
Un recién nacido llamado Gregorio 
Se aferraba a la vida dando bocanadas 
Heredero de un sida que lo devoraba 
La madre falleció hace un mes de lo mismo 
Pero antes de morirse le dijo al oído 
No se preocupe por nada querida enfermera 
Jesús no va a dejar que mi hijo se muera 

Es una cuestión de fe 
Todo una cuestión de fe 
Es tener confianza en lo que no se ve 
Es una cuestión de fe 
Toda una cuestión de fe 
Es poner la carga en las manos de… el hombre de Nazarét 

Ellos de rodillas le imploraron a Cristo Jesús 
Y desde lo alto le pidieron la salvación 

Es una cuestión de fe 
Todo una cuestión de fe 
Es una cuestión de fe 
Es tener la certeza la convicción de lo que no se ve 

Es una cuestión de fe 
Es tener confianza y poner toda la carga en las manos de Jesús de nazarét 

Es una cuestión de fe 
No se preocupe doctor conocemos a alguien 
Que nos salvara por fe 

Un sacerdote llego a darle los santos oleos 
A un paciente con cáncer de aquel sanatorio 
Le cuento padre que anoche cristo vino a salvarme 
Me libero de la muerte que venia a buscarme 

Es una cuestión de fe 
Todo una cuestión de fe 
Es poner la carga en las manos de el hombre de 
Es tener la certeza de lo que se espera 
la convicción de lo que no se ve 
para los que creen 
todo lo es posible

Tony Vega